Esque era como el soundtrack perfecto para la tarde lluviosa que se imáginaba en su alterego de animé. Donde no existian ni puntos ni comas, y si lo querias acentúabas las veces que quicieras vocales y consonantes por igual. Lo único que importaba era que yo quería que te identificaras con la misma canción. Y al igual que yo estuvieras pegado a tu ventana mirando la lluvia, desceando salir y caminar conmigo, por las calles y sin sombrillas.
[Ella tambien desceaba muchas cosas, quería conseguir la paz mundial, pero esque ella lo quiere todo en un instante y aveces no suele ser así].
A final de cuentas el reboloteo en el estomago se habia convertido en la necesidad de seguir la rutina. Que estés conmigo, verte a diario, dormir contigo, DESPERTAR CONTIGO, comer contigo, HACER EL AMOR CONTIGO.
Esque me resulta... que si no es contigo todo me sabe a nada ¿sabes?
Yo no sé como le llamarán los psicologos a este estado, pero lo único que se le podria comparar es, cuando escuchas una canción y no sabes el nombre y te da la corazonada de que nunca lo sabrás. Toparte con alguien en el bus, platicar con el ó ella que te paresca una persona interesante, que quieras incluirla en tu vida y... de pronto, en la siguiente estación bajo, sin siquiera intercambiar sus números telefonicos.
Aveces me RESULTAS FRUSTRANTE.
Te quiero y no te veo. Y cuando estoy harta de ti apareces otra ves, ahí, constante como un puto dolor de muelas que no se calma con nada hasta que te la extraen.
Mi única respuesta a todo lo que siento ahora es... es que ME RESULTAS FASCINANTE.
Y sí, como era de esperarse: TE QUIERO
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